Aunque el algodón genéticamente modificado (GM) se ha cultivado en escala comercial y de forma segura en México por más de 20 años, el gobierno está poniendo en riesgo el futuro de la industria textil en el país al restringir nuevas aprobaciones de semillas de algodón genéticamente modificadas.
Los productores de algodón se están defendiendo. Han comenzado a organizarse y a exigir el acceso a semillas de algodón genéticamente modificado, a través del Comité Nacional de Producto Algodón. Han pedido al presidente Andrés Manuel López Obrador que instruya a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para que les permita utilizar semillas modificadas genéticamente y criticaron las “decisiones unilaterales de SEMARNAT.”
No hay nuevas semillas de algodón genéticamente modificado
El retroceso comenzó después de que la Red Mundial de Información Agrícola (USDA-GAIN) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos reportara recientemente que la SEMARNAT no ha aprobado ningún permiso de liberación de semillas de algodón genéticamente modificado desde 2019. SEMARNAT citó preocupaciones sobre la posibilidad de que las variedades genéticamente modificadas se crucen con las variedades nativas de algodón silvestre que se encuentran en el sur del país. Sin embargo, estas variedades silvestres no se encuentran en el norte, donde se cultiva la mayoría del algodón (GM) comercial.
El rechazo de los permisos de liberación de algodón GM han tenido ramificaciones significativas para la siembra de algodón en México, ya que los productores ahora sólo pueden acceder a unas pocas variedades de semillas modificadas genéticamente obsoletas que no son compatibles con todas las áreas de cultivo y de las cuales se obtienen rendimientos deficientes y una protección ineficaz contra plagas. Esto está creando una situación alarmante de incertidumbre para los productores de algodón y productores textiles del país.
La USDA también informó que los productores de algodón se enfrentan a otro desafío importante, además del retraso en la aprobación de las nuevas semillas de algodón genéticamente modificado, también han enfrentado una reducción del apoyo federal a las prácticas de mitigación de plagas. Los agricultores consideran que esto pone en riesgo su futuro.
Los agricultores de algodón se organizan
Relbo Treviño, Presidente del Comité Nacional del Sistema de Productos de Algodón, declaró que esta medida está poniendo a los agricultores al borde del colapso económico. Advirtió que, si el gobierno continúa con la misma política, está “condenando a prácticamente 1.4 millones de personas que dependen del cultivo de algodón en el país a estar desempleadas.”
Esta es la primera vez que todos los agricultores y organizaciones campesinas de la región productora de algodón de México cierran filas y expresan su rechazo a estas medidas. Las organizaciones campesinas que avalan esta demanda de semillas de algodón genéticamente modificado son el Sistema de Productos de Algodón San Luis Río Colorado de Sonora, la Unión de Productores de Algodón de Chihuahua, el Comité del Sistema de Productos de Algodón de la Región de Coahuila y Durango, el Comité Estatal del Sistema de Productos del Algodón de Mexicali y el Consejo Estatal de Productores de Algodón de Tamaulipas, según un reporte de un diario nacional.
Estas organizaciones piden tener voz en el proceso de toma de decisiones en torno al uso de semillas de algodón genéticamente modificado en el país. Pidieron “ser escuchados y ser considerados en las decisiones porque sus insistentes llamados a la SEMARNAT para tener un diálogo abierto y encontrar una solución de forma conjunta han sido completamente ignorados”.
Apelando a las preocupaciones económicas
Aunque la postura anti-OGMs de la administración López-Obrador va en contra de la ciencia, no es sorprendente porque, hizo campaña con la promesa de que prohibiría nuevos cultivos modificados genéticamente. Pero los agricultores y productores de algodón se sorprendieron de que su Administración decidiera prohibir un cultivo genéticamente modificado con un largo historial de uso seguro en México. De hecho, el algodón genéticamente modificado ha tenido tanto éxito que ya no existe ninguna semilla de algodón convencional en el país. En otras palabras, si se niega la semilla genéticamente modificada, no hay ninguna otra semilla disponible para los productores de algodón. Aunque hay prohibiciones al maíz genéticamente modificado y a la soya genéticamente modificada, los agricultores que cultivan estos cultivos tienen acceso a semillas híbridas convencionales que les han permitido sobrevivir.
Los agricultores esperan que se les pueda dar respuesta a sus demandas debido a la importancia económica de la industria algodonera en México. En 2018, antes de que comenzaran las restricciones, los productores de algodón “exportaron alrededor de 64 mil toneladas de fibra de algodón, lo que representa un beneficio económico para el país de 103 millones de dólares”. Sin embargo, dicen los productores, si el gobierno continúa restringiendo el acceso a semillas mejoradas, los rendimientos disminuirán drásticamente debido a la presión sobre las plagas en el algodón en los campos. Los agricultores vieron a las plagas casi acabar con la industria del algodón hasta que fue rescatada por la introducción de semillas de algodón genéticamente modificado. Creen que sin el uso de la tecnología, la industria textil eventualmente se perderá en México.
La superficie plantada de algodón en el país se redujo entre un 30 y un 35 por ciento en 2020 debido a la falta de semillas genéticamente modificadas, lo que llevó a una situación en la que los agricultores están desesperados y pudieran comenzar a importar semillas genéticamente modificadas de forma ilegal. Esto podría ser un problema grave, ya que la Secretaría de Agricultura perdería el control, la trazabilidad y el seguimiento que ahora se requiere en virtud de la regulación aplicable a los organismos genéticamente modificados en el país.
Estados Unidos vs México
Las decisiones del gobierno Mexicano de prohibir la importación de glifosato, maíz genéticamente modificado y semillas mejoradas de algodón de los Estados Unidos están llevando a una guerra comercial debido a la cantidad extremadamente valiosa que resulta del comercio entre las dos naciones. Una guerra comercial podría presentar miles de millones de dólares en daños, según el ex jefe negociador del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá. Alarmadas por esa perspectiva, asociaciones alimentarias y agrícolas de Estados Unidos afirman que la relación con México se está deteriorando.