El número de infecciones y muertes por coronavirus continúa aumentando a un ritmo alarmante, recordándonos que la crisis está lejos de terminar. En respuesta, de manera global la comunidad científica se ha ofrecido a resolver el problema y la investigación se está realizando a un ritmo sin precedentes.
Se logro identificar al virus, al igual que sus orígenes naturales y se desarrollaron rápidamente pruebas para detectarlo. Laboratorios de todo el mundo están compitiendo para desarrollar una vacuna, la cual se estima que podría estar lista dentro de los próximos 12 a 18 meses.
Al mismo tiempo, la pandemia ha sido acompañada por una infodemia sin sentido, llena de desinformación, de verdades a medias y teorías de conspiración que se han extendido viralmente a través de las redes sociales. Dañando a la sociedad de varias maneras. Por ejemplo, el mito de que COVID-19 es menos peligroso que la gripe estacional fue desplegada por el presidente estadounidense Donald Trump como justificación para retrasar las medidas de mitigación.
La reciente reestimación de las muertes proyectadas por COVID-19, el cual revela el éxito de las medidas de distanciamiento, se ha utilizado erróneamente para justificar la relajación prematura de las medidas de distanciamiento social. Esto es el equivalente lógico a tirar tu paraguas durante una tormenta porque te había mantenido seco hasta entonces.
La nueva teoría de conspiración que culpa del COVID-19 a la red 5G de banda ancha es una de las piezas más extrañas de desinformación. Hay varias versiones de esta teoría, que van desde las que afirman que la red 5G altera el sistema inmunológico de las personas, hasta en las que se cree que la red 5G cambia el ADN, haciéndolas más susceptibles a ser infectadas. También está la idea de que mensajes secretos acerca la red 5G y el coronavirusestaban ocultos en el diseño del nuevo billete de 20 libras en el Reino Unido. En realidad, la red 5G se relaciona con los virus y los billetes tanto como el hada de los dientes se relaciona con la zoología- en nada.
La teoría de conspiración sobre la red 5G se originó a principios de marzo cuando el médico estadounidense, Thomas Cowan, lo propuso en un video de YouTube (el cual ha sido eliminado de YouTube de acuerdo con su nueva política). Algunas personas han tomado está teoría de conspiración muy enserio, lo que llevó a que personas incendiaran torres de red 5G en el Reino Unido y amenazaran a los ingenieros que trabajan con la banda ancha.
Esta teoría de conspiración ha comenzado a permear en la sociedad en general. Entre otras celebridades, Eamonn Holmes personalidad de la televisión en el Reino Unido y el actor estadounidense Woody Harrelson le han dado impulso a está teoría.
Inoculando en contra de las teorías de conspiración
Como documentamos en nuestro recién salido Manual sobre Teorías de Conspiración, hay una gran cantidad de información de por qué las personas pueden ser susceptibles a las teorías de conspiración. Cuando las personas sufren una pérdida de control o se sienten amenazadas, eso las hace más vulnerables a creer en conspiraciones. Desafortunadamente, esto significa que las pandemias siempre han sido un caldo de cultivo para las teorías de conspiración, desde la histeria antisemita durante la Peste Negra hasta la locura actual con la red 5G.
Una estrategia efectiva para prevenir que las teorías de conspiración se propaguen a través de las redes sociales es, la más apropiada, la inoculación. Como documentamos en el Manual sobre Teorías de Conspiración, si inoculamos al público advirtiéndoles de manera preventiva acerca de la desinformación engañosa, desarrollaran una resistencia y será menos probable que sean influenciados negativamente. Los mensajes de inoculación pueden ser variados. Además de proporcionar a las personas los datos correctos, los mensajes de inoculación también pueden basarse en la lógica y en fuentes confiables.
Cuestionando las fuentes
El enfoque basado en la fuente se centra en analizar a las personas que impulsan la teoría de conspiración, así como al contexto cultural del que surgieron.
Por ejemplo, la teoría sobre la red 5G comenzó con Thomas Cowan, un médico cuya licencia médica está en probatoria por cinco años. Actualmente tiene prohibido el brindar tratamiento en contra del cáncer a los pacientes y el ser supervisor de médicos y enfermeras de práctica avanzada. Por lo que podemos cuestionar sus credenciales.
El video que subió sobre la red 5G fue de una presentación que realizó en una conferencia pseudocientífica junto con la crema y nata de los negadores de la ciencia. Uno de los principales conferencistas era Andrew Wakefield, un antiguo médico que fuera inhabilitado y figura fundamental del movimiento antivacunas el cual promueve información errónea muy dañina sobre la vacunación basados en datos que se sabe han sido falsificados.
Otro de los participantes a esta reunión fue el presidente de Doctors for Disaster Preparedness (Médicos Preparados para Casos de Desastre), una organización famosa por otorgar premios a los negacionistas del cambio climático y por dar una plataforma a un orador que negó el vínculo entre el VIH y el SIDA, alegando que el vínculo fue inventado por científicos gubernamentales que querían encubrir los riesgos a la salud del “estilo de vida de los hombres homosexuales”.
Para que el público esté protegido en contra de la teoría de conspiración de la red 5G, es importante comprender que su surgimiento fue de la misma infraestructura que también respalda la negación del SIDA, las conspiraciones en contra de la vacunación y la negación climática.
Por lo que no es sorprendente que las mismas técnicas retóricas que se implementan en contra del cambio climático, sean usadas ahora a las desplegadas para hacer mal manejo de la crisis de COVID-19.
Cuestionando la lógica
Otra manera de neutralizar las teorías de conspiración es a través de la inoculación basada en la lógica. Esto implica el explicar las técnicas retóricas y los rasgos reveladores que se encuentran en la información errónea, para que la gente pueda identificarlos antes de que tengan la oportunidad de engañarlos. En el Manual sobre Teorías de Conspiración, documentamos siete rasgos del pensamiento conspirador. Detectarlos puede ayudar a las personas a identificar una teoría sin fundamento.
Un rasgo que es particularmente importante de esta teoría de conspiración de la red 5G es la reinterpretación de la aleatoriedad. Con este patrón de pensamiento, los eventos aleatorios son reinterpretados como causalmente conectados y entrelazados en un patrón interconectado más amplio.
Por ejemplo, la introducción de la red 5G en 2019 coincidió con el origen de COVID-19 y, por lo tanto, se interpreta que estos eventos están causalmente relacionados. Pero siguiendo la misma lógica, otros factores que hayan sido introducidos en el 2019- por ejemplo, el fenómeno global de Baby Yoda– también podría interpretarse como una posible causa de COVID-19. La correlación no es igual a causalidad. La teoría de conspiración sobre la red 5G también es inmune a la evidencia, ya que a pesar de haber sido ampliamente refutada. Para ilustrar esto, algunos de los países que han sido más afectados por la pandemia (como Irán) no tienen ninguna red 5G.
Por supuesto, que la red 5G no tiene relación alguna con un virus. En los Estados Unidos, los datos de la red 5G de T-Mobile se transmiten usando viejos UHF canales de televisión. Los cuales cuando estaban en funcionamiento no causaron coronavirus y mucho menos la red 5G.
El papel crucial de las redes sociales
Las redes sociales contribuyen al problema de la desinformación al proporcionar los medios para que de forma rápida y libre se propague entre la población. Debido a la pérdida de 330,000 vidas a causa del SIDA en Sudáfrica durante la presidencia de Thabo Mbekum negar el vínculo de la enfermedad con el VIH era parte de una política del Estado. En vista de que la gente en Reino Unido está destrozando infraestructura de comunicación con el potencial de salvar vidas, las compañías dueñas de las redes sociales no deberían ayudar y alentar la desinformación que está siendo arrojada a sus canales por un puñado de negadores de la ciencia y teóricos de la conspiración.
A su favor, estas empresas están haciendo un esfuerzo en ser parte de la solución en el problema de la desinformación. Por ejemplo, YouTube ha anunciado que bajará de su plataforma cualquier video que muestre ser partidario de la teoría de conspiración de la red 5G. Este es un movimiento en la dirección correcta.
Sin embargo, hay mucho por mejorar. Una prueba reciente realizada por Disinfo.eu laboratory una organización sin fines de lucro encontró una gran cantidad de contenido proveniente de teorías de conspiración en varias redes sociales, y también pudimos encontrar cientos de videos en YouTube con contenido disparatado y sin sentido sobre la red 5G a solo unas pocas teclas de distancia.
Queda mucho por hacer.
Stephen Lewandowsky es la cabeza del área de Psicología Cognitiva en la Universidad de Bristol.
John Cook es un profesor asistente de investigación en el Centro para la Comunicación sobre el Cambio Climático en la Universidad George Mason.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation