Aún cuando la evidencia aumenta sobre el origen natural de COVID, la teoría de conspiración sobre su origen en un laboratorio chino se niega a morir

Por Joan Conrow

May 23, 2020

Aunque casi la mitad de los estadounidenses encuestados creen que el virus de COVID-19 fue creado en un laboratorio chino, la creciente evidencia científica señala un origen natural.

La investigación más reciente, publicada el 10 de mayo en la revista Current Biology, ofrece aún más evidencia de que SARS-CoV-2, el virus causante de COVID-19, evolucionó de forma natural. Los autores identificaron por medio de regiones de su genoma viral que un coronavirus de murciélago es el más cercano al SARS-CoV-2.

En particular, los investigadores hacen referencia a inserciones de aminoácidos en la unión de las subunidades S1 y S2 de la proteína espicular del virus de manera similar a SARS-CoV-2.

“Desde el descubrimiento de SARS-CoV-2 ha habido una serie de sugerencias sin fundamento insinuando de que el virus tuvo origen en un laboratorio,” dijo el autor principal Weifeng Shi, director y profesor en el Instituto de la Biología de Patógenos de la Universidad Médica Shandong First en China. “En particular, se ha propuesto que la inserción de S1/S2 es altamente inusual y quizás indicativa de una manipulación en el laboratorio. Nuestro artículo muestra muy claramente que estos eventos ocurren naturalmente en la vida silvestre. Esto proporciona una prueba sólida en contra de la teoría que señala que SARS-CoV-2 fuera una fuga de un laboratorio.”

Desde el 17 de marzo, científicos publicaron sus investigaciones en relación con los datos de la secuencia del genoma del coronavirus en la revista Nature Medicine, mostrando la ruta más probable que pudo haber seguido la actual pandemia.

“Al comparar los datos disponibles de la secuencia del genoma para las cepas conocidas de coronavirus, podemos determinar firmemente de que el SARS-CoV-2 se originó a través de procesos naturales”, dijo el Dr. Kristian Andersen, profesor asociado de inmunología y microbiología en el Scripps Research y autor colaborador del articulo publicado en Nature Medicine. “No creemos que un escenario basado en su creación en un laboratorio sea plausible.”

Sin embargo, las teorías de conspiración que afirman de que el virus escapó accidentalmente del Instituto de Virología de Wuhan – o que fue diseñado como un arma biológica en un laboratorio y liberado intencionalmente en la población humana – continúan circulando.

Aunque esta teoría inicialmente ganó terreno con los de la extrema izquierda, incluido el activista anti-OGMs Ronnie Cummins, ha sido mantenida viva y alimentada por los legisladores conservadores estadounidenses que consideran conveniente culpar a China por iniciar una pandemia global.

Una encuesta realizada a 6,300 estadounidenses encontró que el 44 por ciento cree que el coronavirus probablemente fue creado en un laboratorio, mientras que el 56 por ciento comentó que esto es probable o definitivamente falso. La creencia era compartida por el 50 por ciento de los republicanos encuestados, en comparación con solo el 37 por ciento de los demócratas. La encuesta también encontró que un tercio de los estadounidenses también tienen la falsa creencia de que ya existe una vacuna en contra del COVID-19, pero que está siendo retenida.

La investigación más reciente identificó un nuevo virus, RmYN02, a partir de un análisis de 227 muestras de murciélago recolectadas en la provincia de Yunnan en China, entre mayo y octubre del 2019. Descubrieron que, similar al SARS-CoV-2, RmYN02 también contiene inserciones de aminoácidos donde las dos subunidades de la proteína espicular se unen. SARS-CoV-2 se caracteriza por una inserción de cuatro aminoácidos en la unión de S1 y S2 que es exclusiva de este virus. Las inserciones en RmYN02 no son las mismas como las que tiene SARS-CoV-2, lo que indica que estas inserciones ocurrieron a través de eventos de inserción independientes. Un evento de inserción similar que ocurre en un virus identificado en murciélagos indica fuertemente que este tipo de inserciones son de origen natural.

“Nuestros hallazgos sugieren que estos eventos de inserción que inicialmente parecían ser muy inusuales pueden, de hecho, ocurrir naturalmente en los beta coronavirus de los animales” dijo Shi a Alliance for Science. “Nuestro trabajo arroja más luz sobre la ascendencia evolutiva del SARS-CoV-2. Nuestro estudio indica fuertemente que el muestreo de más especies de vida silvestre revelará otros virus aún más emparentados a SARS-CoV-2, y tal vez incluso sus antepasados directos, lo que nos dirá mucho sobre cómo surgió este virus en los humanos”

Mientras los investigadores continúan tratando de determinar el origen exacto de SARS-CoV-2, las acusaciones de que el virus escapó del laboratorio de Wuhan han tenido consecuencias políticas y científicas. EcoHealth, una organización sin fines de lucro con sede en la Ciudad de Nueva York, perdió una importante subvención federal de la cual el Instituto de Virología de Wuhan era parte del equipo. Los científicos del Instituto estaban estudiando coronavirus de murciélago para evaluar la posibilidad del surgimiento de una pandemia tal y como la que está ocurriendo actualmente.

Como reportó The Washington Post: “Beijing ha dirigido una represión autoritaria de información acerca del brote inicial del coronavirus, mientras que Washington ha demostrado una posición arrogante para alimentar las teorías de conspiración sobre un accidente en un laboratorio chino sin presentar ninguna evidencia. En medio de todo están atrapados los científicos de ambos países, que enfrentan preguntas sobre sus investigaciones y las dudas sobre si su colaboración de años puede continuar en medio de la creciente tensión geopolítica.


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